“Un cerebro colectivo multiplica la velocidad y la efectividad a la que una organización y sus equipos son capaces de transformarse y de resolver con éxito sus retos más complejos.” Con esta afirmación, el CEO de CiBUC, José María González presenta la ventaja competitiva de esta empresa.
Esta start up pionera en España, nació con el convencimiento de convertir retos organizacionales complejos, en sencillas rutas inteligentes gracias a la inteligencia [artificial] colectiva. Se trata de una herramienta que conecta a las personas y a los ordenadores de tal forma que, en su unión colectiva, sean más inteligentes que en su dimensión individual.
Para su CEO la clave está en poner a hablar a las ideas de las personas, pero no a las personas en sí. Algunas empresas ya cuentan con las rutas de consenso inteligentes que genera el cerebro colectivo que plantea CiBUC.
Sin embargo, el reconocimiento de esta empresa tecnológica va más allá. CiBUC ha sido premiada como la startup nacional más innovadora en EDTECH por la Universidad Francisco de Vitoria. Este galardón se otorga dentro del concurso de innovación abierta ‘Innovation in Company’, impulsado por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales y la consultora de inversión Grupo PGS.
Tras el aluvión de felicitaciones recibidas, José María González ha querido reflexionar sobre lo que supone para las empresas contar con este cerebro colectivo en red.
¿Qué significa para ti y para el equipo de CiBUC este reconocimiento?
¡Qué decir! Estamos muy felices y agradecidos con este premio a la startup nacional más innovadora en #EdTech. Es algo maravilloso que una universidad pionera en educación como lo es la Francisco de Vitoria te diga que aportas algo nuevo y relevante al modo en que las las personas aprendemos.
Defiendo que las empresas inviertan primero en “innovar en la manera de innovar”
La inteligencia [artificial] colectiva es todavía muy poco conocida y por eso que este premio en EdTech y haber quedado finalistas en la categoría de inteligencia artificial, es el mejor reconocimiento que puede recibir CiBUC, nuestro cerebro colectivo. Por eso que felicito al Grupo PGS por promover estos premios a la innovación y a la CEOE por darles cabida y protagonismo en su apretada agenda de eventos.
A priori la inteligencia [artificial] colectiva se percibe como algo poco tangible, ¿es complicado emprender una start up con esta premisa?
En mi opinión, para emprender son claves dos cosas: la primera el fijarse en algún problema, necesidad, deseo o aspiración importante y la segunda que aportes una solución absolutamente diferencial cuyo valor percibido por el posible cliente sea mucho mayor que el precio que le propones pagar para adquirirlo.
Lo complicado no es emprender con la inteligencia artificial colectiva, sino en lograr que cuando una empresa la utiliza, reciba un inyección de valor tan grande que el precio que paga no lo perciba como un gasto sino como una buena inversión.
Puede parecer extraño en estos tiempos el decir que “hablando NO se entiende la gente”
El acto de entrega de premios contó con Jaime García, director de contenidos de El País Retina, quien afirmó que “las empresas que no están invirtiendo en innovación están perdiendo dinero”. ¿Qué opinión tienes de ello?
Estoy de acuerdo con su afirmación y voy más allá. Lo que yo defiendo es que las empresas inviertan primero en “innovar en la manera de innovar”. Es decir, en elegir muy bien la tecnología, la metodología y los compañeros expertos de viaje para innovar, porque es ahí donde está el secreto del éxito y donde cada euro invertido puede rentabilizarse exponencialmente.
La inteligencia [artificial] colectiva surge al enfrentar a las ideas en lugar de a las personas
En alguna ocasión has hablado sobre la necesidad de tener en cuenta la inteligencia colectiva de las hormigas. ¿Por qué?
Lo que ocurre con las hormigas y con otros muchos colectivos inteligentes como las termitas, abejas o bancos de peces es que son capaces de generar una inteligencia superior de naturaleza emergente que les sirve para resolver los problemas complejos que les van surgiendo… y además ¡en tiempo real!
Esta inteligencia se denomina habitualmente “inteligencia de enjambre”. La mala noticia es que en los colectivos humanos no aparece de forma natural, sino que hay que “artificiarla” para que llegue a surgir y podamos utilizarla.
A nivel científico es algo difícil de explicar, porque es una inteligencia muy poco intuitiva. Resulta muy difícil explicar, por ejemplo, cómo las hormigas son capaces de construir puentes o incluso de cultivar antibióticos a base de aplicar sencillos algoritmos matemáticos, que han ido evolucionando a lo largo de millones de años.
Saber aislar a las ideas de sus autores y someterlas a procesos indirectos de agrupación, combinación, síntesis y votación cualificada
Los bancos de peces es que son capaces de generar una inteligencia superior de naturaleza emergente
¿Consideras que la inteligencia colectiva se estructura en un sistema de cerebros?
A Adolfo Castilla, nuestro Consejero Ejecutivo senior y “gurú del equipo”, le gusta hablar en este punto de redes neuronales empresariales.
Para mí lo más interesante de ese sistema de cerebros, y que resulta sorprendente, es que la inteligencia [artificial] colectiva no requiere que las personas hablen (lo mismo que nunca veras a las hormigas reunidas) sino que solo necesita que las personas aporten sus ideas y sobre ellas sepas aplicar una reglas básicas, lo mismo que hacen las hormigas cuando mueven sus granitos de arena.
Reconozco que puede parecer extraño en estos tiempos el decir que “hablando NO se entiende la gente” pero lo que ahora sabemos es que la inteligencia [artificial] colectiva surge al enfrentar a las ideas en lugar de a las personas.
Puede parecer algo metafísico o incluso filosófico pero en realidad es tan sencillo como saber aislar a las ideas de sus autores y someterlas a procesos indirectos de agrupación, combinación, síntesis y votación cualificada, con el único objetivo de que emerja y sobreviva la inteligencia [artificial] que hay en el colectivo y de la que este ni siquiera es consciente.
No creo que sea un problema de cambiar a los directivos, sino más bien de renovar las metodologías de gestión que estos utilizan
La inteligencia artificial consciente es algo que se ve todavía lejos
¿Confías en que esta metodología pueda combatir a una inteligencia artificial consciente que pueda surgir en un futuro no muy lejano?
Bueno, la inteligencia artificial consciente es algo que se ve todavía lejos y no hace mucho tiempo escuché que la historia nos dice que hay que tener mucho más miedo a la estupidez natural que a la inteligencia artificial…
No obstante, lo que sí hemos descubierto y además con satisfacción, es que la inteligencia [artificial] colectiva que emerge de CiBUC no tiene rasgos amorales o perversos.
¿Cuál es el gran handicap que tienen las empresas? ¿Por qué su principal solución sería implementar la inteligencia [artificial] colectiva?
Para mí el principal handicap es que cada vez más empresas se sienten incapaces de evolucionar y de transformarse a la velocidad que cambia su entorno y eso les genera una gran ansiedad y frustración, empezando por las de sus directivos y responsables.
Contrariamente a lo que mucha gente piensa, yo no creo que sea un problema de cambiar a los directivos, sino más bien de renovar las metodologías de gestión que estos utilizan. Más concretamente de conseguir que adopten la I.A. colectiva como nuevo sistema de innovación y de transformación, lo cual es nuestra razón de ser y principal propósito.
No conozco ningún sector en el que la innovación no se haga cada día más necesaria
Resulta muy difícil explicar, por ejemplo, cómo las hormigas son capaces de construir puentes o incluso de cultivar antibióticos
La buena noticia es que una y otra vez vemos que, cuando directivos atascados en un reto complejo, acceden a implementar como solución la I.A. Colectiva, enseguida se produce un desbloqueo de la situación y se activan mejores resultados.
A tenor del premio, Roberto Rey, presidente de GLOVAL, me felicitó personalmente. Recientemente culminamos con GLOVAL un proyecto de impulso comercial con I.A colectiva, que ha cosechado un magnífico impacto tanto en la integración del equipo, como en el impulso de sus resultados comerciales.
Si tuvieras que resumir en 200 caracteres los beneficios que aporta un cerebro colectivo en red a la empresa, ¿qué destacarías?
Un cerebro colectivo multiplica la velocidad y la efectividad a la que una organización y sus equipos son capaces de transformarse y de resolver con éxito sus retos más complejos.
Cada vez más empresas se sienten incapaces de evolucionar y de transformarse a la velocidad que cambia su entorno
¿En qué sectores empresariales actuales se hace cada vez más necesaria esta innovación?
No conozco ningún sector en el que la innovación no se haga cada día más necesaria. A la velocidad que todo cambia hoy día, yo creo que no existen ningún sector blindado y por tanto exento de la necesidad de innovar. Si tuviera que quedarme con alguno, desde mi perspectiva de cliente, yo diría que el sector financiero y el sector industrial y medio ambiental (entendido este último de forma transversal) tienen un enorme reto innovador.
Entre los nuevos emprendedores ocurre mucho que se enamoran más de su idea que de su cliente
Cuando pensamos en inteligencia colectiva, suena a la unión de un grupo numeroso. Sin embargo, una empresa pequeña que acaba de lanzar su proyecto, ¿puede empezar implementando la inteligencia [artificial] colectiva?
La forma en la que yo recomendaría usar la inteligencia [artificial] colectiva a una empresa pequeña que acaba de lanzar su proyecto, sería para escuchar mejor a sus clientes, de una forma mucho más fiable y objetiva. Entre los nuevos emprendedores ocurre mucho que se enamoran más de su idea que de su cliente y por eso el tener éxito les lleva tanto tiempo.
No conozco ningún sector en el que la innovación no se haga cada día más necesaria
¿Cómo explicaría, en pocas palabras, el CEO de CiBUC a un adolescente lo que es el cerebro colectivo en red que plantea CiBUC?
Yo le diría que en un cerebro colectivo como el que propone CiBUC puede estar una de nuestras últimas esperanzas para encontrar juntos la inteligencia y el futuro que necesitan nuestras empresas, nuestras ciudades, nuestros países e incluso nuestro planeta y todas sus especies.
